Hablábamos en el artículo anterior de lo importante que es que los mandos se involucren en la Gestión del Talento, para hacerlo sostenible. Por eso, es importante reconocer aquí como pueden influir en cada variable a través del Modelo Equilibra (del que ya habíamos hablado en este blog) que nos servirá de herramienta.

Revisemos esa implicación directiva con cada variable:

Resultados: Alineación con los objetivos estratégicos.

  •  Los mandos deben garantizar que los equipos trabajen con foco en los objetivos de negocio, asegurando eficiencia y calidad en el trabajo.

  • Deben definir y/o utilizar métricas claras de desempeño, así como proporcionar feedback regular sobre el cumplimiento de resultados.

  • Su rol principal es el de actuar como facilitadores de los recursos y las herramientas que resulten necesarios para el logro de las metas establecidas.

Cultura: Ejemplo y refuerzo de los valores de la empresa.

  •  Un mando debe liderar siempre con el ejemplo en cuanto a valores de la empresa, de forma ética y comprometido con su misión.

  • Se espera que los líderes fomenten una cultura de aprendizaje, garanticen la transparencia y promuevan una responsabilidad compartida.

  • Es fundamental que los mandos traduzcan la visión estratégica en comportamientos concretos dentro de sus equipos.

Relaciones: Construcción de equipos cohesionados.

  •  A los mandos corresponde crear espacios de comunicación efectiva y fomentar la colaboración entre áreas y departamentos.

  • Los mandos deben resolver conflictos de manera ágil y promover un ambiente de confianza y respeto.

  • Desarrollar un liderazgo empático, con foco en la escucha activa y la motivación del equipo, es clave para lograr su cohesión.

Capacidades: Desarrollo del talento y crecimiento profesional.

  •  Que los mandos identifiquen fortalezas y áreas de mejora en sus equipos de cara a potenciar el talento individual será sumamente útil para los departamentos de gestión de personas.

  • Los mandos deben impulsar la formación continua según las necesidades del negocio.

  • También actuarán como mentores y guías con el fin de garantizar un adecuado desempeño y desarrollo profesional de los empleados.

Expectativas: Motivación y bienestar del equipo.

  •  Comprender las aspiraciones y necesidades de los empleados, alineándolas con la estrategia de la empresa, compete a los mandos.

  • También deben implicarse en la implementación de políticas de bienestar laboral y conciliación que eviten el desgaste y la desmotivación.

  • Los mandos pueden ayudar en el diseño de planes de carrera, y deben agradecer y reconocer el esfuerzo y la contribución de los colaboradores.

Si aspiramos a una gestión sostenible del talento, con las cinco dimensiones en equilibrio:

Es definitiva, perseguimos el equilibrio abordando la gestión del talento con  modelo estructurado y capacitando a los mandos en su aplicación, para que consigan mejores resultados con sus equipos.  Su rol es clave no sólo para obtener resultados, sino para hacerlo manteniendo una cultura sólida, relaciones saludables, un equipo capacitado y un talento motivado.

Puedes ver el artículo completo en el artículo publicado en Cajasiete: Gestión sostenible del talento.