Nada personal, pero ¿se puede hacer sólo negocios?

 

«No es nada personal, solo negocios», decía Vito Corleone en el Padrino. Una frase muy alineada con la visión de las empresas que tenía Friedman: «el único propósito social de las empresas es aumentar su beneficio».

Nada más lejos de la realidad porque, tanto en la vida como en los negocios: todo es personal.

Seas cliente, proveedor, empleado o empresario, el negocio siempre es el resultado de la relación entre las personas, que por mucho que tenga de racional, traspasa siempre a lo emocional y al vínculo personal, que muchas veces es el que favorece que los negocios funcionen.

 

 

Nada personal vs empresas con propósito

 

Las empresas con propósito conciben el trabajo como una vía para desarrollar el potencial de las personas, contribuyendo a que alcancen una vida plena. Algo que hace que todos los miembros de la organización se conviertan en actores esenciales del negocio, que actúan conforme aquello en lo que creen y quieren.

Comparten los mismos valores y principios, que les guían más allá de la pura recompensa.

Lo mismo que pasa con las empresas con propósito sucede con las Bcorps, una nueva forma de entender los negocios que va ganando adeptos. Puedes leerlo con más detalle en nuestro artículo publicado en el blog de Cajasiete: Nada personal, solo negocios.

Un futuro nuevo exige mayor complicidad entre empresas, clientes, trabajadores y comunidad, para conseguir un cambio sistémico que permita construir una economía equitativa, inclusiva y regenerativa.

 

 

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